Se dice de mí... ¿Qué se dice por ahí sobre tu amigo el Ratón Pérez?



Veamos qué dicen sobre mí esos famosos de la Wikipedia.

"El ratoncito Pérez es un personaje de leyenda muy popular entre los niños hispanoamericanos y españoles. Al igual que el hada de los dientes de los países de habla inglesa, cuando a un niño se le cae un diente lo coloca debajo de la almohada mientras duerme y, según la tradición, este personaje se lo cambia por un regalo. "

¿Personaje de leyenda? ¿Con eso quieren decir que no existo, que no soy, que no estoy? Entonces ¿por qué todos los dientileche - los que lo son ahora y los que lo fueron antes - cumplían con eso de poner el diente caído bajo la almohada? Eso me hace salir cada noche a recorrer miles de casas, entrar a miles de habitaciones, recoger miles de dientes de leche y dejar miles de euros, dólares, pesos o lo que sea en cada caso para retribuir a los niños que confían en mí.

"Según la tradición" cambio dientes por regalos. La tradición es lo que yo sigo haciendo como mis padres, mis abuelos, mis bisabuelos, etc. que se ocupaban de esta cuestión. Para que tú recibas tu regalo y para que yo pueda con tu dientecito continuar construyendo el país que ya conocen.

"Esta tradición es prácticamente universal aunque adopta formas diversas en distintas culturas. Se le reconoce como "Ratoncito Pérez" en los países hispanohablantes, con la excepción de algunas regiones de México y Chile en donde se le dice "el Ratón de los Dientes" y en Argentina, Venezuela, Uruguay y Colombia simplemente "El Ratón Pérez". En Francia se le llama "Ratoncito" (la petite souris), en Italia se le conoce como "Topolino", "Topino" (Ratoncito) o "Fatina" (Hadita) y en los países anglosajones este papel lo encarna el "Hada de los dientes" (Tooth Fairy). En Cataluña esta tarea es encomendada a "l'Angelet" (el Angelito), en el País Vasco -sobre todo Vizcaya-, se encarga "Maritxu teilatukoa" (Mari la del tejado) y en Cantabria es "L´Esquilu de los dientis" (La Ardilla de los dientes). En algunos lugares es tradición tirar los dientes de los niños a los tejados de las casas."


Es verdad, tengo diferentes nombres pero siempre soy el mismo. Si me llamas "Pérez" es porque en realidad nunca tuve documentos de identidad muy legales y hay tantos Pérez por allí que todos los que andamos por España o por Latinoamérica o nos llamamos Pérez o algún familiar se llama Pérez.
 
Si me dices "el Ratón de los Dientes" estarás diciendo la pura verdad también, porque ése es mi trabajo que hago con mucha alegría y que reparte felicidad por todos mundo.
 
El Hada de los Dientes me ayuda porque no puedo yo solito hacer todo el trabajo, pero somos una verdadera comunidad de la que participo y en la que hay ratones amigos, hadas, la Mari del tejado, la Ardilla de los dientes y más que vas a ir conociendo de a poco.
 
Seguramente soy "una leyenda" para aquellos que por no creer en mí y en mis amigos no colocan su dientecito bajo la almohada y por eso se quedan sin regalo. Pero no debo ser una leyenda para ti que por creer colocas tu dientecito y entonces pueden comprobar que llego a tu casita, retiro el diente y te dejo el regalo.
 
Algún día te dará vergüenza quizá hablar de mí. Es porque, como dicen, te habrás convertido en un "adulto". Y eso no te hará ganar nada. Te hará perder la felicidad de recibir regalos nocturnos bajo la almohada y transformar la pérdida de un diente en una verdadera fiesta de ilusión y de esperanza.
 
Pero podrás explicarle a tus hijos y nietos que no puedes decirlo delante de otros adultos porque se reirían tontamente de ti, pero que el Ratón Pérez, o cualquiera de sus amigos, existen realmente porque nacen de la inocencia que es un don del alma que nunca debemos perder. Y les dirás que dejen su dientecito porque tú te ocuparás personalmente, como viejo amiguito mío y socio del Club de los Dientes de Leche desde muchos años atrás, de que me llegue la cartita y así andaré bajo su almohada, cerca de su carita, y aprovecharé para darles un besito cariñoso.
 
Hasta cualquier momento
 
Tu amigo,
El Ratón Pérez

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